Alternativas a la aplicación de restricciones y sujeciones en centros asistenciales

Podemos definir una restricción como cualquier acción (médica, química, física, psicológica, social o de cualquier otro tipo), palabra u obra que se utiliza con el propósito o la intención de limitar la libre circulación o capacidad de toma de decisiones de uno mismo o de un tercero residente. Mientras que una sujeción es cualquier método manual o físico, instrumento mecánico, material o equipamiento adjunto al cuerpo del paciente, que impide su movilidad y/o el acceso a parte de su cuerpo.

Es habitual que las restricciones a la movilidad y las sujeciones físicas se usen en los momentos de mayor carga de trabajo del personal de la residencia (cuando hay que levantarlos o acostarlos, durante las comidas, durante los aseos…) y en general, durante toda la noche, ya que suele ser el turno peor cubierto de personal. Las sujeciones se usan sobre todo en los lugares donde puede permanecer el residente cuando no hay personal vigilando. El uso de restricciones físicas, puede estar relacionado con deficiencias de los Centros y su organización, más que con las condiciones de los residentes.

Instituciones como la Fundación Cuidados Dignos, ofrecen una postura muy concreta sobre la aplicación de estas medidas: “No son necesarias o solamente lo son en situaciones muy concretas”, y no solo eso, ya que existe una importante diferencia entre lo que se piensa y la realidad.

Se piensa que el uso de restricciones y sujeciones evita las caídas, pero la realidad es que los residentes con sujeciones pueden presentar el mismo riesgo o incluso mayor que aquellos que no las tienen. Esto es debido a la inmovilidad prolongada que presenta el paciente, la cual perjudica su sistema motor y propioceptivo.

Se piensa que las sujeciones ayudan a corregir la postura, pero la realidad es que un mobiliario adaptado ergonómicamente a nuestros mayores y acorde a sus necesidades, actúa de forma más beneficiosa.

Se cree que las sujeciones evitan los “paseos” con riesgo, pero la verdad es que un entorno adaptado a nuestros mayores y el diseño de espacios seguros son más eficaces. La deambulación mejora el sistema motor, propioceptivo, neurológico y la orientación.

Se considera que las sujeciones apenas conllevan efectos secundarios, pero la realidad es que pueden llegar a interferir en el tratamiento médico y rehabilitador.

Debido a que el propósito de eliminar las restricciones y las sujeciones físicas, es un acto centrado en la persona, el modelo que debe adoptar el centro y sus trabajadores, debe focalizarse en la persona.

Los centros asistenciales y las residencias son servicios sociosanitarios que pretenden mejorar el bienestar físico, social y emocional de sus usuarios  fomentando su autodeterminación, privacidad e independencia, y preservando su dignidad y sus derechos fundamentales. En ocasiones, determinados actos no cumplen con este objetivo y se aplican sujeciones a mayores, que por sus características no las necesitarían, aunque es cierto que en otras ocasiones donde existe riesgo de agresión o de autolesión, sí que se hace necesario recurrir a ellas, siempre con el máximo respeto y durante el menor tiempo posible.

El  Cuidado Sin Sujeciones, podemos definirlo como: “La atención asistencial en la que la sintomatología conductual problemática asociada al deterioro cognitivo, se aborda sin la utilización de medidas de sujeción restrictiva físicas ó químicas, lo que favorece el desarrollo del paciente como residente libre y con derechos” (Fundación Cuidados Dignos).

El hecho de que el cuidado esté libre de restricciones y sujeciones no quiere decir que sean tratados de forma adecuada, pero, en definitiva: “una atención sin sujeciones podría contribuir a generar un mayor respeto hacia el paciente como un residente libre y con derechos. (Prof. Steven H. Miles, MD. Center for Bioethics and University of Minnesota Medical School).

El desarrollo de un sistema libre de sujeciones implica un desafío por mejorar, innovar, trabajar en equipo y superar las adversidades, venciendo el desconocimiento.

¿Cómo se consigue un centro libre de sujeciones?

 Para lograr este propósito, es necesario dotar a los centros asistenciales y a sus trabajadores de las herramientas necesarias para reducir al máximo el empleo de restricciones a la movilidad y sujeciones físicas, mediante alternativas no farmacológicas y la correcta adaptación del centro y su política interna.

Enseñar a distinguir entre los pacientes que son susceptibles de la retirada de sujeciones y cuáles no, y la correcta aplicación de las medidas de sujeción en los casos en los que se recomiende su empleo.

Y proporcionar todas las herramientas necesarias para mejorar la movilidad y la autonomía de las personas mayores a través del acondicionamiento físico y la reducción de fármacos, así como adoptar una nueva política organizativa y un enfoque asistencial que implique a residentes, familiares y trabajadores.

Autor: Francisco Javier Castillo Montes, fisioterapeuta y profesor de nuestro curso “Alternativas a la aplicación de restricciones y sujeciones en centros asistenciales”.