El papel de la terapia ocupacional en el desarrollo de la función manipulativa

El desarrollo de la manipulación se irá perfeccionado a medida que vaya madurando el sistema nervioso del niño, junto con las experiencias que obtenga del medio que lo rodea.

Al nacer, los reflejos primitivos le ayudarán a ir desarrollando esta función, siendo importantes para la coordinación viso motora, agarre y movimientos del miembro superior.

A medida que crezca, irá consiguiendo diversos hitos en su desarrollo que le permitirán una correcta manipulación. Dichos hitos están relacionados con la adquisición del control cefálico, la flexo-extensión de miembros superiores, fijación ocular, prensión de objetos, cambios posturales, transferencia de objetos u oposición del pulgar, entre otros.

A partir del año, el niño irá mejorando su función manual, ganando fuerza, precisión, coordinación, etc. Esto le permitirá, en edades más avanzadas, alcanzar una mayor autonomía en las actividades de la vida diaria. Un ejemplo lo encontramos en tareas de vestido y desvestido: gracias al desarrollo de la pinza digital, podrá ser capaz de subirse una cremallera, abrocharse un botón o atarse los cordones, entre otros.

Sin embargo, existen numerosas patologías que hacen que este desarrollo se vea afectado, dificultando una correcta manipulación y participación con el entorno. Las patologías más frecuentes que pueden afectar al miembro superior son:

-Parálisis Braquial Obstétrica

-Parálisis Cerebral

-Polineuropatías

-Síndromes

-Malformaciones congénitas

Para poder intervenir de una manera adecuada es importante realizar una valoración del miembro superior.  En esta, tendremos en cuenta aspectos como:  la amplitud del rango articular, la sensibilidad y propiocepción, la fuerza muscular, los patrones de movimiento, etc.

Algunas de las pruebas más empleadas son:

-Escala AHA

-SHUEE

-ABILHAND Kids

-Jebsen

-Box and Blocks test

-BOT-2

Además, es importante realizar una valoración por medio de la observación del juego y entrevistar a aquellas personas que formen parte de su entorno cercano (familia, profesorado, terapeutas…). Una vez recabada la información más relevante del niño, se elaborará un programa de intervención centrado en la familia, estableciendo objetivos comunes para mejorar la funcionalidad del miembro afectado y mejorar su calidad de vida.

La implantación de un tratamiento precoz será beneficiosa para favorecer el desarrollo del niño en todos sus entornos (casa, colegio, parque), así como para prevenir posibles dificultades futuras, como podrían ser, dificultades en la escritura.

Nuestro abordaje tendrá en cuenta varios aspectos como la edad del niño, funciones cognitivas, otras patologías o medicación. Las técnicas más utilizadas son:

-TMIR

-HABIT

-Vendaje neuromuscular

-Realidad virtual

-Terapia de observación acción

-Ferulaje

-Asesoramiento en productos de apoyo.

Por ello es importante que el profesional se forme específicamente en el abordaje del miembro superior pediátrico, para conocer el desarrollo manipulativo del niño, cómo valorarlo, qué técnicas emplear en cada caso y así mejorar su desempeño ocupacional.

Autora: Cristina Muñoz Gómez, terapeuta ocupacional y profesora de nuestro curso de “Terapia ocupacional en miembro superior pediátrico”.