Agustín Gómez, logopeda clínico y profesor de nuestro curso de “Evaluación e intervención en dislexia y disgrafía”, nos ha hablado sobre cómo afecta la dislexia a las personas que la padecen, qué tratamientos existen en la actualidad y cuáles son los pilares en la formación para trabajar en este campo.
¿En qué consiste la dislexia?
La dislexia es una dificultad específica de aprendizaje (DEA), que consiste en una dificultad que se da de manera exclusiva en el proceso lector, a la hora de realizar el aprendizaje de la lectura en edad escolar con la misma velocidad, fluidez y precisión que los demás alumnos.
¿Sus consecuencias afectan a más ámbitos aparte del de la lectoescritura?
Sí, desde que los niños aprenden a leer y escribir, dado que el acceso al resto de materias se hace a través de esa vía, las demás competencias académicas se ven afectadas.
Los niños con dislexia arrastran muchas dificultades académicas porque no pueden acceder a la misma velocidad a los aprendizajes y objetivos del resto de asignaturas, la mayoría de las cuales tiene una gran carga de lectura y escritura.
¿En qué edades puede empezar a detectarse?
El diagnóstico no llega antes de 2º de primaria porque hasta entonces todavía el proceso de lectura y escritura está en marcha y las pruebas de diagnóstico psicométricas que hay, hasta los 6 años no se realizan, entonces no se afirma con contundencia el diagnóstico. Pero sí que se pueden ver algunos prerrequisitos ya en Infantil, a partir de los 3 ó 4 años, relacionados con la conciencia fonológica y el manejo con el “material escrito” que pueden hacer intuir que un niño pueda presentar dificultades con la lectura más adelante.
¿Qué profesionales pueden intervenir en el diagnóstico y el tratamiento de la dislexia?
Generalmente el diagnóstico siempre recae del lado clínico, no obstante, una valoración educativa también se puede llevar a cabo en los colegios. Este diagnóstico y detección a través de pruebas suele hacerse o bien desde el área escolar, por parte del equipo de orientación. Y si es diagnóstico clínico, tiene que hacerlo un psicólogo clínico o un logopeda.
En ambos casos deben ser profesionales cualificados y formados en este tipo de trastornos.
¿Cuál sería la formación ideal para los profesionales que quieran intervenir en el tratamiento de este trastorno?
Los estudios deberían contener principalmente un estudio de las dificultades que existen y que subyacen al trastorno según la evidencia científica. Y sobre todo y muy especialmente, aprender a manejar e interpretar las pruebas que permiten diagnosticar y alcanzar tanto objetivos cuantitativos como cualitativos y, en consecuencia, poder diseñar un plan de intervención acorde a esas dificultades individuales y exclusivas de cada niño.
Dentro de los colegios e institutos, ¿existe alguna figura profesional que se encargue de ayudar a los alumnos con dislexia?
Desde el equipo de orientación se hace la detección y luego los profesores de apoyo, de Pedagogía Terapéutica y de Audición y Lenguaje son quienes ayudan a que estos niños compensen y no pierdan esa carrera de fondo de alcanzar los objetivos de cada curso.
¿Cuáles son las señales a las que hay que estar atento para detectarla?
Sobre todo, en primaria que es cuando se empieza a forjar el grueso de la lectura y la escritura, es la lentitud y dificultad por acceder a una lectura fluida, los errores constantes y persistentes a la hora de leer, de reconocer letras y sílabas, de leer globalmente las palabras, de acceder a las palabras y por lo tanto a los textos. Se suele observar con relativa facilidad en la precisión y fluidez lectora.
Actualmente, ¿Qué tratamientos existen para la dislexia?
Uno de los que más evidencia científica tiene, inicialmente, es el trabajo de intervención en la conciencia fonológica, en la capacidad por codificar y decodificar la lectura, de acceder a las palabras, de hacerlo de una manera precisa, fluida.
Y más adelante, el trabajo de comprensión lectora, de acceder a los textos, a las inferencias de los textos y también, correlacionando con la escritura, buscar además, la misma fluidez y precisión en la escritura. Que la persona sea capaz de organizar un texto y redactarlo y poder autorregular esa escritura.
¿Se conoce cuáles son las causas de la dislexia?
Es un trastorno que no tiene una causa única. Si se sabe que tiene un componente hereditario y que los cerebros de estas personas funcionan y aprenden de una forma diferente, funcionalmente hablando.
No es una enfermedad sino un trastorno neurobiológico en el que el cerebro tiene un procesamiento diferente, lo que provoca que a estas personas les cueste más acceder a ese aprendizaje formal de la lectura y escritura, entonces tienen que trabajar un entrenamiento algo diferente al del del resto de alumnos para poder acceder a una lectura y escritura lo suficientemente funcionales.
¿Cómo afectan sus efectos a la vida de las personas que la padecen?
En primer lugar, afecta en la etapa académica. Y más tarde, depende de cada caso, porque hay distintos grados de gravedad y cada persona va compensando o adaptándose a sus dificultades particulares.
Los efectos en cada persona son muy heterogéneos. Una vez transcurrida la etapa educativa, van quedando dificultades a la hora de manejar textos, de comprenderlos, de organizar una escritura, un texto escrito, por ejemplo, a nivel ortográfico en faltas de ortografía, que se arrastran dependiendo de cada persona.
Es algo con lo que la persona tendrá que convivir a lo largo de su vida.